PREHISTORIETA

En Lucca dieron por sentado que el padre de la historieta no era otro que Richard Felton Outcault, con  su célebre historieta del Yellow Kid con el loro y el gramófono (vitrola para los argentinos).

Un convencionalismo más para contentar a los señoritos que, si no pudo atribuírseles el invento del cine, al menos sí del comic (entonces cartoon).

No hay un padre reconocido de la criatura, y si debemos, por imperativo legal, adjudicarle uno, el más indicado para asumir la paternidad sería el europeo Topffer (suizo para más señas).

A lo más que aspiraban los patrones de Outcault -Hearst y Pulitzer- era a convencer al pueblo llano de que enviara a sus hijos a quitarle las colonias a un país en decadencia como España, sin el mínimo sentido de agradecimiento por lo que llevó a cabo Gálvez. No entraba en sus planes la invención de la historieta. Nuestros queridos amigos y aliados americanos… que dicen.

Pero volvamos al invento de la historieta. Como intentaremos ir exponiendo en estas páginas, fue un lentro proceso que puede encontrar sus orígenes donde usted quiera buscarlos, retrocediento en la historia hasta las cuevas prehistóricas. En realidad se trata de una combinación de varias circustancias como son la aparición de la prensa escrita e impresa (y digo bién); sus posibilidades de difusión por el territorio; los movimientos revolucionarios burgueses en contra del «ancien régime»; la mejora en los procedimiento de grabación e impresión y la lenta disminución del analfabetismo.

Todos estos factores se desarrollan por separado y se aglutinan, desde mediados del siglo XVIII hasta principios del siglo XX, para conformar la historieta que hoy conocemos. Un poco como el invento del cinematógrafo, desde la cámara oscura, Niepce, la linterna mágica, el Praxinoscopio, la escopeta de Muybridge, el Kinetoscopio de Edison…hasta el cinematógrafo de los Lumiere y la película de Eastman.

Por tanto, ese periodo de siglo y medio conforma lo que nosotros denominamos Prehistorieta. Época precursora y balbuciente, pero no menor, del completo desarrollo de la historieta como arte.